Comenzamos tirando hacia Sacedón. La primera idea era ir hacia Beteta, y repostar allí, pero cuando nos acercamos al embalse de entrepeñas Ramón para a un lado y nos comneta, mirando el mapa, que conoce una carreterita que va junto al embalse muy guapa, y nos dice que nos parece... “Pues bien, por donde quieras. Tenemos todo el día”
Junto a la presa, apunto de desviarnos hacia el norte
Al momento estamos bordeando el embalse, dirección a Alocén
Javi como de costumbre tira por delante haciendo la goma, yo sigo a la marcheta a Ramón
El embalse nos regala muy buenas vistas
En un tramo, Ramón nos detiene, y luego sigue sólo para a echarnos unas fotos en marcha. Como lo he pasado aprovecho para echarle yo una a él de cara
Dejamos a un lado Alocén, y siguiendo junto al embalse acabamos por salir al puente que cruza el embalse, justo por donde vine el viernes. Seguimos, dejando a un lado Chillarón, Mantiél, en dirección a La Puerta
Dejando atrás el embalse
La carretera, a la inversa que el viernes, nos llevará hasta pasar Villanueva de Alcorón, pero allí ya no iremos hacia Peñalén, ahora tiramos hacia el Norte, bajo la lluvía, en dirección Zaorejas, hasta superarlo y llegar al camino del Alto tajo, que va junto al río por hermosos parajes.
Empieza el camino
Siempre he pasado por aquí en épocas de menos agua, pero sin duda la mejor época es está. Por primera vez encuentro la cascada de la escaleruela viva, preciosa
La pausa breve, sin desmontar ni parar motor... Y seguimos.
Como está todo!
El río a rebosar
Por fin una pausa, junto a un cobijo cerrado, el primer cigarrito desde que salimos
No perdemos mucho tiempo, pero cuando nos vamos a poner en marcha Javi no puede resistirse y ataca una senda jajaja...
Unas risas y nos ponemos en marcha
Como Ramón va con asfálticas y la delantera de 19”, acabo por adelantarlo
Foto atrás
El día nos da un respiro y nos brilla el sol
Aquí el Javi, ensuciando un poco su nueva máquina
Más adelante vemos otro cobijo... Ramón y yo paramos a verlo, Javi iba por delante y ni se entera...
Buen cobijo, permitido pernoctar una noche en él
Junto a unas cascaditas
El cobijo es en realidad cuatro. Pues está dividido y cada esquina es una habitación con puerta, ventana y chimenea
Una visita rápida y seguimos, encontrándonos al poco a Javi de cara...
Por supuesto, más adelante hicimos la parada junto al viejo puente, allí por donde los madereros lanzaban los troncos al agua
Aquí llega Ramón
Preciosas estampas
Javi y yo aprovechamos antes de ponernos en marcha para quitarnos la parte de arriba del chubasquero, pues entre el disfrute que llevamos por el leve barrillo y que el sol pega, empieza a hacer calor.
De nuevo en marcha, alcanzamos la carretera que une Poveda con Taravilla, y como ya andamos al tiesos de caldo y no tenemos claro que gasolinera podemos encontrar, decidimos ir a Poveda a repostar.
Al llegar encontramos la gasolinera cerrada. Ramón pregunta en el bar... La gasolinera a cerrado y va a ser dada de baja.
Consultamos el mapa, para ver donde podríamos repostar. Llevamos unos 170km desde Guada, pero algo más de 200 Ramón y yo desde el último repostaje del día anterior, y algo más Javi. Ramón dice que no hay problema, que tenemos para 100km más por lo menos...
Decidimos seguir la ruta prevista y nos vamos para atrás, en busca del desvío al camino de la laguna de Taravilla.
Un poco de carreterita y ante la duda de por dónde se toma, adelanto a Ramón, pues me acuerdo perfectamente del camino...
Al rato entramos en tierra de nuevo, y los dejo tirar por delante otra vez
Paro a fotografiar el salto de Poveda
Y luego la laguna de Taravilla
Seguimos campeando junto al Tajo
Hasta salir a la carretera que une Peralejos con Masegosa. Tiramos hacia Peralejos, para ir en busca de la pista asfaltada que nos llevará ha Chequilla. De nuevo me pongo en cabeza, pues tengo más claro por donde es...
Jajaja... Los hermanos dudan de mí cuando comienzo a tirar al Norte, pasado Peralejos, pero al final llegamos a la pista...
Unos caballos junto a la pista
Por la carreterilla Javi me adelanta y me hace un gesto claro de que ha entrado en reserva... Nos vamos acercando a chequilla por el sinuoso trazado.
Llegando
Atravesamos el bonito pueblo y sus rocosos paisajes
El clima se vuelve a poner feo, salimos a la carretera y tomamos dirección a Checa, y de allí a Orea, que no tenemos claro si tiene o no gasolinera... No tiene jajaja... Paramos en un desvío, dentro del pueblo, y me comentan mis compis que por allá se puede ir a un cobijo y tal... Pero decidimos ir a Orihuela del Tremedal a repostar primero, por si acaso, y volver luego. Y así lo hacemos.
Cuando volvemos a Orea, con el deposito lleno, nos cae una tormetilla. Tiramos hacia el Cobijo
Al rato, de pista asfaltada, llegamos a él. Guapísimo
El enclave magnífico
Hay barbacoa, fuente...
Enormes pinos
Estamos un ratillo y otra vez chubasquero puesto, pues se ve claro que volverá a caernos. Salíamos de allí pasadas las 17:30h.
El río, que también está allí mismo, al otro lado de la pista
Al poco acaba el asfalto y de nuevo vamos sobre fino barrillo
Salimos al asfalto y ahora Ramón nos lleva hacia Griegos
Pasamos al poco por otro interesante cobijo, pero ni paramos... Tenía pinta de abierto, con puertas y ventanas... Foto de pasada
Pasamos Griegos, atravesamos Guadalaviar, y cojemos el camino al Nacimiento del Tajo
Javi por delante
Ramón por detrás
Un disfrute de lugar
Llegábamos al nacimiento del Tajo pasadas las 18:00h, bajo la fina lluvia
Ahora Ramón quiere que vayamos al Vallecillo. “¿Pero por el camino que sale ahí mismo? Mira que ese tiene que estar muy embarrado, que lo conozco” le digo. Pero no, el quiere que vayamos hasta Frías de Albarracín y tomar el que sale da allí. Eso es otra cosa, que aquel es mucho mejor...
Dirección a Frías
Y rato más tarde ya estamos dirección al Vallecillo
Un Camino a lo lejos
Y atravesamos el Vallecillo
Y nos vamos para Salvacañete.
Cruzábamos el Cabriel, ya al lado del Pueblo sobre las 19:00h
Paramos en el bar, junto a la gasolinera, a tomar café. Jajaja... y es que vamos todo el día con tan sólo el desayuno en el cuerpo.
Aprovecho para tirar de móvil y avisar a Merche de dónde estoy, y que aun tardaré al menos dos horitas largas en llegar a casa.
Salimos tras el café, y le pregunto a Ramón cual es la idea... “Pues podemos coger una vieja carreterita que va a Vallanca...” me comienza a decir “Vale, vale, se cual es y no la he hecho pero siempre me tienta...” Y para allá que nos vamos.
El principio está fatal, muy guapo jeje.., vieja, estrecha y rota. Cometí el error de no colgarme la cámara al cuello y como llueve no hice foto del tramo... Pero Ramón si que nos hizo fotos... Al salir al tramo reasfaltado, supongo ya en provincia de Valencia, paré para echarles unas fotos
El paisaje de tierras de Ademuz
Y por aquí llega Ramón
Aproveche para colgarme la cámara.
Más paisaje
Otra a Ramón sobre la marcha
Vallanca
Y el guardarrail de madera, con un interesante camino de fondo
Bajamos hasta Ademuz y tiramos para casa... La lluvia fue en aumento según íbamos hacia Aras, Titaguas... En el puerto de Titaguas comenzó el diluvio, apenas si veía la luz trasera de Javi delante mío, y las luces de los coches, de cara nos deslumbraban hasta el punto de tener que soltar el gas hasta recuperar la visión. Madre mía!!! Si creo que vimos a Noe y el Arca y todo jajaja...
Hicimos una pausa para esperar a Ramón, que lo habíamos dejado un poco atrás, en la gasolinera de Tuejar. Donde aproveche para echar un poco de caldo y una meadita jajaja... tanta agua...
Ramón paso de largo, a pesar de los pitidos que le echo Javi. Al ponernos de nuevo en marcha, Javi y yo nos despedimos, pues no pararíamos más...
Alcanzamos a Ramón en Chelva, parado en la gasolinera. El diluvio seguía cayendo. Seguimos los tres de nuevo. Ahora Javi tira tras un coche, para tener una referencia, y lo seguimos... Al final hice un poco la goma, porque Ramón se quedaba atrás, pero como perdía la referencia de Javi y los coches que llevaba por delante abrí gas y me pegue a ellos... Pasado losa, la marcha era un poco lenta, y la lluvia ya no era tan fuerte... era muy tarde ya... abrí gas y adelante a Javi, sacándole una pata, y a los coches y puse la directa rumbo a casa. Por supuesto él me siguió. Salimos a la autovía, ya sin apenas lluvia, Javi torció para su casa poco después y yo seguí mi camino, ya en solitario.
Que puedo decir, desde luego ha sido la mejor concentra de Guada de todas. La concentra en sí fue tan buena como nos tiene acostumbrados Esteban, pero en esta ocasión tanto la ruta de ida, como la de vuelta, la han convertido en un fin de semana mucho más especial aun. Al final acabé haciendo 1200km en todo el finde, y mucho Trail, poca Autovía, apenas toque nacionales, muchas carreterillas y una muy buena dosis de campo. Y menos el viernes que iba solo, el resto disfrutando de inmejorable compañía ¿Que más se puede pedir?
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