Cuaderno de bitácora en el que narro mis salidas y viajes en moto.
Frank el Navegante.

martes, 28 de julio de 2009

Cascada de San Pedro

Apetecía darse un baño en esa maravillosa cascada que es la de San Pedro, visitada en otras ocasiones, pero sin haber catado aun sus aguas. Así que decidimos ir un Martes, en un intento de encontrar soledad, o al menos poca gente...

La ruta, de curvas, como no, por la carretera de Ademuz, desvío hacia Cuenca y luego carreterillas solitarias... una ruta un poco más larga pero también más amena.

En poco más de dos horas ya estábamos aparcando arriba de la cascada.
Merche


Tal como era de suponer, hay más gente en el lugar. No importa, nada impedira que catemos el agua.
Bajamos y encontramos a una parejita “bañándose”, el agua está fría, muy fría jajaja...
La cascada


No tardamos en despojarnos de la ropa y tratar de meternos en el agua. Cuesta soportar lo fría que está, pero entras y sales... Y la cosa va mejorando.
Merche en el agua




Una panorámica de la Cascada


La parejita, amablemente se ofrecen para hacernos una foto.


Uno no puede estar dentro mucho rato, más bien se puede estar poco jeje, así que mientras Merche toma el sol, yo me voy andando por donde el agua apenas cubre, en busca de unas buenas fotos.
La cascada de frente


Allá esta Merche, junto a la parejita


Panorámica


Por aquí me desplazo, entre agua y vegetación


El lugar es precioso


El tiempo pasa volando, y hay hambre, así que nos calzamos para ir en busca de un buen lugar donde comer. Pero antes...
Yo, bajo la cascada


Merche


Decidimos salir de la zona de la cascada, con la poca gente que hay por allí los buenos lugares para comer de picnic están tomados.
Vista desde arriba


Arriba encontramos una buena sombra, con una buena brisa, ideal para comer


Asomándonos un poco podemos ver abajo el Cabriel, alejandose de la cascada


Listos para el picnic…


Reposamos allí buen rato, en la tranquilidad del lugar.
Apetece café, pero tendrá que esperar. Ahora el plan es ir en busca de un castillo, por caminos de tierra, así que nos pertrechamos de nuevo la armadura y nos vamos a aventurarnos por solitarios parajes.
No tardamos en encontrar el castillo de Torrefuerte en la lejanía. Ya sabía que era privado, pero lo que no esperaba era no tener oportunidad ni tan siquiera de acercarnos, el camino de acceso ya se ve vallado desde aquí


Tirando de zoom


Ampliando


El Castillo es parte de un coto privado, de caza. Por lo visto incluso la Realeza pasa por aquí.

Continuamos por el “cómodo” camino


Ahora vamos en busca de otra cascada, la de la Peraleja, pero esta es casi un pensat y fet así que no sé exactamente donde está. Acabamos de nuevo junto al Cabriel, paseamos un ratillo por la zona, en su busca, pero sin éxito.
Autofoto


El Cabriel


Interesante vadeo jeje… En la foto parece más sencillo de lo que en la realidad asemejaba. Por supuesto no lo hicimos...


El tiempo pasa y aun queda un tramo de camino hasta la carretera. Así que nos ponemos en marcha.
La sorpresa viene cuando llegamos a la carretera que va de Savacañete a Albarracín, la están haciendo más ancha, está en obras...


Jajaja… es como seguir por camino, pues el asfalto está, o recién puesto, o sin compactar, así que circulo por la izquierda, por la tierra, totalmente en solitario, ni un alma... Confío en que para salir a la carretera de Cuenca no este cortado el acceso...Hay suerte y podemos ir a Salvacañete a tomar café, junto a la gasolinera, dónde la simpática mujer nos da buena conversación, como en otras ocasiones.
Luego, dirección a Ademuz para volver por donde hemos venido esta mañana.
Una pausa cigarrera pasado Aras de los Olmos


Y tras repostar en Titaguas, a casa. En total 370km bien aprovechados.

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