Para estas segundas vacaciones, apenas nueve noches, teníamos la intención de ir a conocer buena parte de Extremadura. Con toda la navegación prácticamente lista, vino a desbaratar un tanto los planes la convocación de la II Concentración del ATCE del Bierzo, en Balboa. Y claro, no nos la podíamos perder. Rehíce las rutas, sacrificando algunas partes de lo que íbamos a ver en Extremadura y arreglado (Ya tenemos excusa para volver)
Saldríamos jueves, partiendo así la ida hasta Balboa en dos jornadas
Jueves 17
Salíamos sobre las 9h. Empezamos la mañana haciendo toda la autovía hasta Madrid, por aquello de ganar tiempo, pues tenemos visitas interesantes más allá. Recuerdo que salimos de Valencia con calor, ya de buena mañana, que no tardo en convertirse en frescor al subir el puerto de Buñol. Al parar a repostar en El Rebollar tuvimos que abrigarnos. Y menos mal, porque la bajada de temperatura fue en aumento según avanzábamos hacia el interior.
Otra parada más, y un té caliente, antes de pasar Tarancón, y luego rodeamos Madrid por la M45 y la M40 en busca de la M501.
No tardaríamos mucho más en llegar a nuestro primer objetivo, nada más salir de la comunidad de Madrid y entrar en provincia de Avila, Los Toros de Guisando
"Los Toros de Guisando, llamados así por estar al pie del cerro Guisando, son cuatro esculturas de granito de origen Vetón. Datados en S. II a.C"
Una lastima que abran solo los viernes, sábados y domingos (creo que también los festivos), porque tuvimos que conformarnos con un vistazo desde la puerta del recinto
El lugar, además de por los Toros, es famoso por el Tratado de Guisando. Pues aquí se firmó. Tratado por el cual Enrique IV nombraba a Isabel I (Isabel la Católica) princesa de Asturias y por lo tanto sucesora de éste en la corona de Castilla.
Foto de Scipiona junto al texto que rememora el Tratado
Continuamos hasta el cercano pueblo del Tiemblo, donde compramos un par de cervezas para la comida en la gasolinera antes de ascender hacia el conocido bosque de castaños del Valle de Iruela.
Esta es una de esas zonas que tras documentarla para tracklander quedaron en mi memoria, a la espera de una buena ocasión para conocerla en vivo.
Ascendiendo, poco antes de que la pista deje de estar asfaltada, paramos junto al sencillo monumento dedicado a ese gran amante de la naturaleza que fue Félix Rodríguez de la Fuente
Luego, tras un buen tramo de pista de tierra en buenas condiciones, aparcamos junto al bosque de castaños. Sacamos la comida y nos disponemos a dar un pequeño paseo, pues hacer todo el recorrido nos llevaría al menos un par de horas caminando. Rondaban ya las 14:30h
Entrando en el bosque
El bosque debía haber sufrido una fuerte tormenta en los últimos días, porque el suelo estaba lleno de castañas aun por madurar, además de alguna que otra rama fina. El lugar, espectacular
Castaña sobre tocón de castaño
Este bosque tiene bastantes castaños centenarios, muchos de ellos aprovechados también como madera para barricas. Dejaban crecer el tronco central, cortándolo más tarde cuando tiene brotes propios a su alrededor. Así queda un gran tocón del que salen troncos aun vivos del mismo árbol
Algunos de estos tocones, que en una imagen pueden no parecer muy grandes...
... te dejan a la altura de un duendecillo del bosque. ¡Grandes, grandes!
La tranquilidad rebosa en el lugar, paseando solos y casi en silencio por este gran bosque
Alcanzamos el refugio de majalavilla
Un vistazo al interior (en realidad no había tanta luz)
Y muy próximo al refugio encontramos al "Abuelo", este espectacular castaño de más de 19m de altura
Según reza la placa que hay junto a él, se le suponen 525 años. Aunque he leído por ahí que se le llegan a calcular entre 800 y 1000 años, siendo uno de los árboles más viejos que tenemos en la península.
Gran superviviente, incluso de un incendio (bien por un rayo, o por la hoguera de un pastor, ya que lo usaban antaño de refugio)
Hicimos nuestro picnic junto al Abuelo, sentados en una gran piedra. En todo aquel rato tan solo llegaron tres ciclistas a visitar el castaño.
Terminada la comida volvimos por donde habíamos venido.
Castaño repleto de castañas
De vuelta en el aparcamiento, rondan las 16h
Nos vamos ahora a ver el embalse de Burguillo, hacia Cruceras.
Castillo hotel en una "isla" del embalse
Ermita de las Cruceras
Teníamos aquí un pequeño pateo por pasarelas junto al embalse, pero por la hora decidimos no hacerlo.
El embalse está bastante seco, pero no por ello pierde esplendor. Una verdadera guapada
Volvemos un poco atrás, para continuar nuestro camino bordeando el embalse por el norte, hacia Burgohondo. Espectacular paisaje y revirada carretera, que entre el disfrute y lo complicado de parar acabé por no fotografiar, pese a que algunos tramos de la cola del embalse eran dignos de más de una foto. ¡Que zona tan bonita!
Vamos ahora hacia la sierra de Gredos, atravesando su parte oriental por el puerto de Serranillos, 1575 m.
El fresco empieza a apretar subiendo y tranquilizo a Merche diciéndole que en la cara sur de la montaña se estará mejor jajaja... al llegar al puerto esta es la vista
Bajamos el serpenteante puerto en dirección a San Esteban del Valle con alguna que otra gota cayendo sobre nosotros de vez en cuando. Otro disfrute de carretera en solitario, pese a las cuatro gotas. Un cielo complicado, con negras nubes y huecos claros por los que entraba la luz a chorros, mejoraban aun más el paisaje.
Al atravesar Cuevas del Valle, para ascender el puerto de los Picos 1352 m. que separa la parte oriental de la sierra de la central, no tardamos en empezar a ver lo que venimos a buscar, la calzada romana, la más larga y mejor conservada de España.
"La calzada romana conectaba a la fortaleza de Abula (Ávila), con el eje vial Emerita
Augusta-Complutum-Caesaragusta, comunicando asi las dos mesetas Norte y Sur. Utilizada como ruta estratégica de trashumancia posteriormente y a partir del S. XV como ruta de carretería. Es por esto que ha llegado a nuestros días tan bien conservada"
Scipiona quiso pisar la calzada
Espectacular la vista de la calzada bajando hacia Cuevas del Valle
Scipiona y la calzada
Muy guapo el lugar
Seguimos ascendiendo hasta llegar al Puerto de los Picos
Junto al mojón de las leguas
Aquí arriba al ir a admirar el paisaje encontramos un grupo de Cabras Montesas
La calzada
Macho de Cabra montesa
...al que poco a poco fui acercándome
Disfrutado el lugar, los animales y el solecito que había vuelto a aparecer, retomamos la ruta y a escasos kilómetros llegamos a nuestro destino de hoy, San Martín del Pimpollar.
Aquí tomariamos alojamiento en El Yantar de Gredos, pequeño hotel a la entrada del pueblo, con buena cocina de autor. Buena relación calidad precio y buena comida.
Tomada la habitación, y como al parecer somos masocas, vemos en un panfleto de la habitación que en el pueblo están las chorreras de San Martín, le preguntamos a la chica y nos dice que sí, que pasado el pueblo, por un camino de tierra, tres cuartos de hora... Y para allá que nos vamos.
Saliendo del pueblo, cerca del cementerio, el puente Arrovalle. Rondan las 19:30
Casi media hora más tarde, y tras unos 2,4 Km., llegamos a los chorros de San Martín
El pueblo quedaba en la distancia, refrescaba, y llegaríamos al hotel mermando ya las luces del día, con buenas ganas de cenar
Bien cenados nos retiramos pronto a la cama, que tenemos muchos días por delante y una concentración, juergas incluidas que meterle al cuerpo jajaja...
Hoy hemos recorrido unos 560 km.
Viernes 18
No comenzamos la mañana muy temprano, pues el desayuno lo daban a partir de las 9h. Por estos lares hace un buen fresco matinal...
Rondarían las 9:45h cuando abandonábamos San Martín del Pimpollar, bordeando la cara norte de la Sierra de Gredos.
Esta zona, que nunca antes habíamos pisado, sigue pareciéndonos muy guapa. Habrá que volver en alguna otra ocasión.
Nuestra ruta de hoy nos llevará a atravesar la submeseta norte, Salamanca y Zamora, para cruzar después la Sierra Cabrera y los Montes Aquilianos en dirección a Ponferrada
Monumento a la Cabra Montesa en Hoyos del Espino
No tardaríamos en dejar a nuestra espalda la Sierra de Gredos, tomando dirección hacia el Puerto de Peñanegra.
Un último vistazo a la Sierra de Gredos
Alcanzado el Puerto de Peñanegra, 1909 m., ya podemos distinguir casi todas las tierras que hoy atravesaremos, un llano interminable, y allá abajo Piedrahita
No volveríamos a parar hasta llegar a Alba de Tormes. Aquí nació lo que primero fue el título de Conde y pocos años después el de Duque de Alba.
Venimos pues a visitar lo que queda de su castillo, el Torreón. Rondan las 11:20h
Entrada
Se paga por entrar al torreón, 2,5€, y bien merece la pena
Ascendemos
Arriba hay buenas vistas
Aprovechamos el ofrecimiento de otro visitante para salir los dos
Lo poco que queda del resto del castillo
Las vistas del Tormes a su paso por la población son espectaculares
Cotilleadas las alturas, de nuevo abajo, nos adentramos en el interior de la torre, donde en su primera planta podemos contemplar frescos alegóricos, la Victoria y la Fama junto a Marte forjando la armadura del gran Duque
Y también las pinturas murales de la batalla de mühlberg, frescos renacentistas obra de Cristóbal Passin
Un busto del III Gran Duque
Veníamos a ver sólo el Torreón, pero con la entrada tenemos derecho a visitar también la iglesia de Santiago, del S. XII
Donde hay una exposición de ceramica
De Alba de Tormes decir que también aquí se encuentra el cuerpo incorrupto de Santa Teresa de Jesús... pero no iremos a visitarlo.
Repostamos antes de abandonar el pueblo en dirección a Salamanca, donde en sus inmediaciones tomaremos la autovía que nos llevará más allá de Zamora.
Luego la N 631 nos acercará a la Sierra Cabrera, en la que nos adentramos por estrechas carreteras.
Comimos a las afueras de Cubo de Benavente, donde encontramos una mesa junto a una pequeña charca para hacer el picnic.
Con el hambre saciado seguimos recorriendo carreteras entre pueblos pequeños de montaña, hasta llegar a Truchas, donde repostamos y le echamos un ojo a su puente Romano
Truchas
Luego en dirección al puerto de Los Portillinos encontramos una bandada de Buitres Leonados
Espectacular la ascensión del puerto de Los Portillinos, 1957 m., 100% recomendable, y espectacular el paisaje que vamos dejando atrás, La Cabrera
Continuando, sin variar de carretera, atravesamos también el puerto de Morredero bajando ya hacia Ponferrada, en plenos montes aquilianos.
Tomamos a un lado una pequeña pista, prácticamente un sendero junto a la pista real, que da a un mirador natural al llamado valle del Silencio, y a Peñalba de Santiago
Scipiona al borde del Valle
Jajaja... Por allí llegué, con Merche echándome la bronca y teniendo que dejarla bajar...
La verdad es que empezamos a ir un poco justos de tiempo, sobre lo previsto, así que sin perder mucho tiempo bajamos hasta Ponferrada y tras pasar junto a su puente medieval, el Puente Mascarón, nos dirigimos directos al Castillo de los Templarios. Sin cortarme mucho aparcamos enfrente, sobre la acera.
Castillo de Ponferrada
Posiblemente la entrada es la parte más bonita de lo que queda de castillo
Pagamos la entrada y nos disponemos a visitarlo. Rondan las 17:20h
Seguimos el trazado recomendado, visitando una torre en la que se puede ver algún documental (que nos saltamos, no parecía muy concreto del castillo), además de escuchar en el sótano a un "templario" -curioso que apareciera en una pantalla en el suelo- hablando de la historia de estos.
Continuamos por la muralla
La zona central, restaurada por lo visto con polémica
La segunda entrada vista desde otra torre
Entramos también en la llamada biblioteca templaria
Al otro lado del castillo, accediendo a otra de las torres
Desde la que tenemos esta vista general. Por lo visto el patio del castillo ha llegado a ser campo de futbol...
Vista de Ponferrada
La torre anterior desde abajo
Otra de las torres
Y finalmente entramos en lo que probablemente, tal como ya me dijera Juan Carlos "Cei.be" (el organizador de la concentración del ATCE), sea lo más interesante del castillo, la exposición de facsimiles "Templum Libri" que muestra la grandeza de los
libros más bellos de la Historia, que hasta hace muy poco tiempo han
permanecido ocultos y custodiados en colecciones privadas, bibliotecas,
universidades, monasterios y museos.
Muy, muy curiosa la colección, y muy variada. Tan sólo dejo aquí una pequeña muestra
Música del Trecento italiano
Atlas Miller
En fin, sobre las 18:40h estábamos echando la última foto, a punto de salir del castillo
Ya sólo nos faltaban hacer unos 40 Km. hasta nuestro destino, el hotel Os Ancares, en Balboa. Por supuesto los haríamos por la nacional, echando las últimas curvas del día.
Tras tomar el alojamiento y pasar por una ducha semi fría, más que nada porque el hotel tenía problemas con la caldera, fuimos a reunirnos con los amigos del ATCE. Y comenzar así la esplendida II concentración de Balboa, aunque esto ya queda para la próxima crónica, dedicada en exclusiva a la concentra.
Hoy hemos recorrido 428 Km.
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